martes, 25 de septiembre de 2012

Higiene Personal


Conocer la importancia de los hábitos de limpieza es fundamental para prevenir muchas enfermedades. Por eso, esta sección te brindará todo lo que necesitas saber sobre la relación entre salud e higiene.
La salud  y la educación son las encargadas de fortalecer y promover factores protectores de salud  entre ellos la higiene y los hábitos saludables, desde un enfoque de calidad de vida, derechos y   participación.
La higiene personal y del entorno va mucho más allá de las meras prácticas de aseo. Es uno de los componentes fundamentales de un estilo de vida saludable y se encuentra relacionada con otros temas como la alimentación, el ejercicio físico y la salud mental.
En consecuencia, el aprendizaje de hábitos de  higiene y cuidados personales cumplen funciones importantes en la formación integral de las personas:
  • Mejorar la salud y el bienestar del individuo y la comunidad.
  •  Prevenir la aparición y desarrollo de enfermedades.
  • Facilitar las relaciones interpersonales.
  • Contribuir a la formación de una imagen positiva de sí mismos.
Higiene: La higiene personal está constituida por el conjunto de cuidados que necesita nuestro cuerpo para aumentar su vitalidad y mantenerse en un estado saludable. Es el concepto básico  de aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo.
Habito: Se refiere a toda conducta que se repite en el tiempo en forma regular y de modo sistemático. 
Vida saludable: Tiene factores determinantes como:
  • Llevar una alimentación equilibrada.
  • Mantener hábitos higiénicos adecuados.
  • Disfrutar del tiempo libre.
  • Prevenir accidentes.
  • Ejercitar la mente.
  • Realizar deporte o actividad física.
  • Tener una mejor calidad de vida y bienestar.  
HIGIENE 
Para mantener un estado óptimo de salud la higiene cumple una función muy importante. Existen  diferentes microorganismos (bacterias, hongos, virus y parásitos) muy pequeños invisibles a los ojos  que se encuentran en todas partes: en el aire, en la tierra, en el agua, en el cuerpo y también en los  alimentos. Viven en diferentes lugares baños, basurales, agua no segura, frutas y verduras mal  lavadas, carnes crudas, en los animales, en las patas de los insectos y en los objetos que tocamos. 
Los microorganismos son seres vivos y no se mantienen quietos: cruzan de una persona, un animal  o un alimento a otro siempre que se den las condiciones (alimento, agua, calor y tiempo) para crecer   y multiplicarse, dando origen a diferentes enfermedades. Por eso es primordial, además de la  higiene personal, la limpieza en el hogar. 
Higiene Personal
La higiene personal tiene por objeto situar a la persona en las mejores condiciones de salud frente a los riesgos del ambiente  y del propio ser humano. Tener una buena higiene personal depende de uno mismo. La autoestima juega un papel fundamental frente a este aspecto, pues quien se aprecia  y valora se esfuerza por verse y mantenerse bien.
Principales hábitos de higiene personal y su importancia:
El correcto lavado de manos en forma cotidiana  y en momentos específicos significa prevención:
  • Mojar las manos con agua de la canilla.
  • Frotar con jabón las palmas y la parte superior. Luego las muñecas y entre los dedos 
  • Cepillar muy bien las uñas.
  •  Enjuagar completamente las manos con abundante agua hasta retirar todo el jabón.
  • Secarlas con papel descartable o con una toalla limpia y seca.
  • Cerrar la llave de agua con el mismo papel o toalla.
 Es importante y oportuno lavarse las manos:
  • Al llegar a casa
  • Antes de comer   
  • Antes de preparar o servir alimentos.
  • Después de ir al baño.
  • Después de utilizar pañuelos.
  •  Después de jugar y de tocar dinero o animales.
Ducha o baño diario (limpieza de la cara, de las manos, del cabello, de los genitales y de los pies): Con esta práctica se controlan olores naturales del cuerpo que son producidos básicamente por la transpiración o sudor. De esta forma se evita la presencia de gérmenes y bacterias que puedan afectar la salud de nuestra piel.
Los ojos: Son órganos muy delicados y no deben tocarse con las manos sucias ni con  pañuelos u otros objetos. Su mecanismo propio  de limpieza son las lágrimas. Para evitar  problemas de visión es recomendable mantener buena iluminación de los espacios evitando  así un mayor esfuerzo de la vista al estudiar, leer, ver televisión o trabajar con computadoras.
Los oídos: Es conveniente evitar que el agua entre a los oídos. No se deben introducir  objetos como: ganchos, pinzas, palillos u otros. Su aseo debe hacerse de manera periódica,  teniendo en cuenta las recomendaciones del médico. 
Los dientes: La boca inicia el proceso de digestión de los alimentos y desempeña un  importante papel en la comunicación oral y gestual, pero también da origen a problemas de  salud,  la mejor forma de prevenirlos es haciendo un adecuado y periódico cepillado de  dientes y lengua.
Limpieza de la nariz: La nariz deja entrar el aire para que llegue a los pulmones con la temperatura y humedad adecuadas, y libres de partículas extrañas. La producción de mocos es un proceso natural que sirve como lubrificante y filtro para el aire, pero es necesario retirarlos varias veces al día,  además de la incomodidad que representan, contienen partículas y microorganismos filtrados que pueden provocar enfermedades.
Higiene de la ropa  y el calzado: El lavado de la ropa exterior e interior de las personas y la  higiene del calzado es fundamental. En lo posible la ropa debe ser expuesta al sol, con lo  cual se logran erradicar muchos microbios. De igual forma la ropa de cama debe lavarse con cierta periodicidad, dado que allí por falta de aseo se reproducen ácaros que causan problemas en la piel y alergias en las personas.
Higiene en la vivienda
El aseo diario de la vivienda constituye una de las principales formas de evitar la contaminación de los diferentes espacios y de prevenir la presencia de enfermedades. La rutina debe incluir principalmente:
  • Limpieza de la cocina: quitar la basura y limpiar las hornallas y todos los utensilios. (mesada, azulejos, estantes, alacenas, etc.).
  • Limpieza diaria: Ventilar todos los días la vivienda, abrir puertas y ventanas. Limpiar sus alrededores para evitar el amontonamiento de residuos. En el interior de la vivienda es necesaria la limpieza de techos, paredes, puertas, ventanas, camas  y muebles. Se recomienda mover o cambiar de sitio los muebles por lo menos una o dos veces al año.
  • Limpieza del baño: Es importante el aseo diario del baño o letrina para evitar malos olores y la proliferación de gérmenes, hongos y bacterias.


Higiene en la escuela
La práctica de la higiene personal y del entorno es una cuestión de responsabilidad individual que se adquiere a través de un proceso de educación. El niño tiene hábitos de higiene adquiridos en el seno familiar y en la escuela estos hábitos deben ser reforzados o modificados, para ello se deben dar una serie de condiciones:
  • Medio ambiente adecuado: los espacios deben estar siempre limpios y ventilados.
  • Materiales para la higiene personal: jabón y papel descartable o toallas.
  • Asear baños, salones o aulas de clase diariamente.
  • Tener recipientes  para tirar la basura en las aulas y patio de la escuela.
  • Organización adecuada de las actividades escolares:  Trabajar docentes y alumnos para mantener limpia la escuela y sus alrededores.
Higiene de los alimentos
10 Reglas  de oro para la higiene y seguridad  de los alimentos (OMS)
1. Elegir alimentos procesados higiénicamente, los que se comen en crudo deben ser lavados cuidadosamente.
2. Cocinar bien los alimentos a temperatura adecuada, en particular los crudos (carnes, pollos, pescados, huevos).
3. Consumir inmediatamente los alimentos cocidos porque a temperatura ambiente los microbios comienzan a reproducirse. 
4. Guardar cuidadosamente los alimentos cocidos, almacenarlos en condiciones de calor o frío dependiendo del tipo de alimento que queremos conservar.
5. Recalentar bien los alimentos cocidos; esta es la mejor medida de protección contra los microbios que pueden haber crecido durante el almacenamiento.  
6. Evitar el contacto entre los alimentos crudos y cocidos, cuando esto sucede se denomina contaminación cruzada. Un alimento cocido se contamina con el contacto con uno crudo.
7. Lavarse las manos: Antes y durante la preparación de los alimentos, después de ir al baño y antes de comer.
8. Conservar limpias todas  las superficies de la cocina y todos los utensilios que se utilicen.
9. Mantener los alimentos fuera del alcance de los insectos, roedores y otros animales.
10. Utilizar agua segura tanto para beber, lavar y preparar los  alimentos. 
HÁBITOS DE HIGIENE
Una buena higiene sólo se logra si las personas aprenden a tener hábitos que beneficien su salud y otorguen bienestar. La falta de hábitos higiénicos adecuados por parte de las personas se convierte en un problema grave, no sólo por lo desagradable de una mala apariencia o de los malos olores, sino por el potencial peligro de transmisión de virus y gérmenes a otras personas y contagio de enfermedades.
Cómo adquirir hábitos de higiene
Los padres, la familia y los docentes deben dar siempre el ejemplo fomentando hábitos desde temprana edad, teniendo en cuenta:
  • Regularidad en el tiempo: La práctica diaria da las pautas  de higiene en el  transcurso del tiempo generan hábitos que contribuyen y colaboran con el bienestar físico y psíquico del organismo.
  • Ambiente apropiado: Debe existir un entorno propicio tanto en el hogar como en la escuela y en  diferentes lugares que se frecuente. Los elementos de higiene deben estar al alcance de todos (agua, lavabos, jabón, papel, toallas, etc.).     
  • Cada momento debe ser grato: Propiciar actividades que permitan el aprendizaje y aplicación de hábitos de higiene a través de contenidos conceptuales, procedimentales y  actitudinales que favorezcan el desarrollo del niño/a y adolescente.
  • Ser creativo e innovador: Si un método o sistema para  crear hábitos higiénicos no da resultado, se debe ser paciente y creativo, innovar en tácticas  motivadoras para lograr la salud integral en el niño/a y adolescente.

La infancia es la mejor etapa para que los niños aprendan comportamientos higiénicos y los apliquen durante el resto de sus vidas. Si los niños/as y adolescentes son involucrados en el proceso de desarrollo como participantes activos, pueden llegar a ser agentes de cambio dentro de las familias  y un estímulo para el desarrollo de la comunidad.   

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